La Asamblea Nacional declaró el 29 de agosto como el Día Nacional del Gamer, con 70 votos a favor de los 114 legisladores presentes. Esta iniciativa, promovida por el presidente del Legislativo, Henry Kronfle, busca sentar las bases para la creación de una ley de economía naranja, un concepto que engloba las actividades económicas relacionadas con el arte, la cultura y la creatividad.

Paco Arévalo, director general académico de la Universidad UTE, se profundizó sobre el impacto y las oportunidades que esta decisión puede generar para el país. Según Arévalo, la economía naranja es un sector donde el principal insumo es la creatividad y el talento humano, en contraste con los sectores primario y secundario, que dependen de la extracción y transformación de materias primas, respectivamente.

«La economía naranja se centra en la producción de valor a partir de ideas y expresiones culturales, donde lo intangible es lo que realmente agrega valor«, explicó.

En este contexto, actividades como la creación de videojuegos, las producciones cinematográficas, la música, y otras expresiones artísticas juegan un rol fundamental. La declaración del Día Nacional del Gamer es vista como un reconocimiento al creciente impacto de esta industria, que en 2020 generó 329 millones de dólares en transacciones digitales en Ecuador.

Arévalo subrayó la importancia de adaptar las estadísticas económicas para poder analizar y promover adecuadamente la economía naranja en el país. «Necesitamos un sistema de cuentas nacionales que refleje la realidad de este sector, que está tomando un papel cada vez más relevante a nivel mundial», afirmó. Mencionó ejemplos como Estados Unidos y Corea, donde la industria cinematográfica y musical han alcanzado niveles de importancia global, y sugirió que Ecuador tiene la oportunidad de seguir un camino similar.

“La economía naranja es algo que se viene discutiendo más o menos desde hace unos 25 años, el Banco Interamericano de Desarrollo, el Banco Mundial, la propia CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe) están poniendo ojos sobre esto y por lo tanto hay algunas cosas que tenemos que actualizar para poder tener una información más adecuada y discutir políticas públicas de incentivos y legislación”, manifestó Arévalo.

El director académico también hizo hincapié en la necesidad de desarrollar políticas públicas y legislación que impulsen esta economía basada en la creatividad. «Es esencial identificar qué estamos haciendo como país y cómo podemos integrar la economía naranja con otros sectores para diversificar nuestras fuentes de ingreso y generación de empleo», comentó.

En cuanto a la formación académica, Arévalo destacó que la nueva carrera de Economía que se abrirá en septiembre de 2024 en la UTE se orienta hacia la comprensión de la realidad económica global, aterrizando las discusiones internacionales en el contexto ecuatoriano. «Nuestros estudiantes deben ser capaces de generar propuestas que se adapten a las particularidades culturales y económicas del Ecuador», sostuvo.

Según él, la economía naranja ofrece una oportunidad única para que el país diversifique su economía, alejándose de su dependencia de la extracción de materias primas y explorando nuevas formas de generar valor y empleo.

Finalmente, Arévalo expresó optimismo sobre el potencial de sectores como la informática y la creación de videojuegos para exportar ideas materializadas en productos y servicios. «La economía naranja puede ser el motor de una nueva era de diversificación económica en Ecuador», concluyó.

Las clases de la nueva carrera de Economía se inician el 29 de septiembre. Para más información, puedes ingresar a la siguiente página:

Dirección de Comunicación, Relaciones Públicas y Protocolo

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