El evento reunió a más de 1000 participantes de países, como: Rumanía, México, Argentina, Colombia y el anfitrión Brasil. En este desafiante escenario, Aarón demostró que el talento ecuatoriano, la pasión por la tecnología y una formación académica sólida pueden competir de igual a igual en torneos de alto nivel. “No me imaginé quedar quinto porque eran como 148 inscritos”, cuenta emocionado Aarón, joven de 21 años. Su robot, diseñado desde cero, contaba con una rampa frontal que le permitía meterse debajo del oponente y sacarlo del ring con rapidez y eficacia.

Este logro es fruto de una preparación intensa de cuatro meses, en la que Aarón afinó su prototipo con el acompañamiento del Club de Robótica de la Facultad de Ciencias de la Ingeniería e Industrias (FCII). Para él, esta disciplina es más que una competencia: es una herramienta para transformar vidas. “Me gustaría crear prótesis o robots que ayuden a personas con discapacidad”, afirma.

Miguel Sánchez, docente de la FCII y mentor del Club de Robótica, destaca el potencial de los estudiantes UTE: “Nuestros jóvenes demuestran con hechos que la excelencia académica, combinada con creatividad, puede generar impacto real”.

Por su parte, María Belén Jácome, Decana de la Facultad, resalta que este tipo de logros son posibles gracias al enfoque integral de la UTE: “Estamos comprometidos con una formación de calidad, que impulse el talento de nuestros estudiantes y les brinde herramientas para innovar y dejar huella”.