Con una mezcla de emoción y orgullo, 110 estudiantes de quinto nivel de la carrera de Medicina de la Facultad de Ciencias de la Salud Eugenio Espejo de la Universidad UTE participaron en la investidura de su mandil blanco, un símbolo del inicio de su etapa preprofesional. El evento se llevó a cabo en dos ceremonias el viernes 18 de octubre de 2024, en el auditorio Álvaro Trueba.

El decano de la Facultad, Camilo Félix, presidió una de ellas y destacó el significado de este hito en la formación de los futuros médicos. “Hoy es un día especial, en el que celebramos el fin de su formación en Ciencias Básicas y el inicio de sus prácticas preprofesionales. La bata simboliza protección y el color blanco, la vida. Llévenla con orgullo y sin mancha, recordando siempre lo que representa: proteger la vida”, dijo.

El decano también exhortó a los estudiantes a fomentar la colaboración, cultivar la empatía y practicar la gratitud diariamente. Subrayó la importancia del bienestar físico y emocional de los futuros profesionales, y les recordó su responsabilidad en construir un Ecuador basado en la honestidad y la solidaridad.

Uno de los momentos más emotivos de la jornada ocurrió cuando los padres de familia impusieron los mandiles blancos a sus hijos frente a la mesa directiva. Abrazos, orgullo y fotografías capturaron la solemnidad y alegría del evento.

Tania Morales, subdecana de la Facultad, en otra de las ceremonias, destacó el legado del mandil blanco, que tiene sus raíces en el siglo XIX y está asociado con la consolidación de la medicina moderna. Morales recordó al Dr. William Osler, pionero en la enseñanza médica, citando una de sus frases más conocidas: “El secreto del éxito en la medicina es trabajar; el secreto del trabajo es el amor”.

Dayana Santillán, una de las estudiantes que recibió su mandil, expresó su gratitud hacia su familia, amigos y la Universidad. “Este momento es significativo, no solo por lo que simboliza, sino por el pacto que hacemos al llevar este mandil: seguir aprendiendo, creciendo y apoyándonos mutuamente. Nos convertimos en embajadores de nuestra pasión y defensores del conocimiento”, señaló.

Esteban Castro, otro de los estudiantes, resaltó que la medicina no solo enseña a tratar enfermedades, sino también a acompañar a las personas en momentos difíciles. Agradeció a los padres y docentes por su guía y apoyo en este camino.

Finalmente, Lisbel López, directora de la carrera de Medicina, animó a los estudiantes a ser humildes, perseverantes y auténticos. “Recuerden que cada experiencia vivida será una oportunidad de aprendizaje y crecimiento”, concluyó.

La ceremonia marca un importante paso en la vida de estos estudiantes, quienes ahora se enfrentan a una nueva etapa de su formación, con la promesa de un futuro lleno de desafíos y oportunidades en la noble carrera de la medicina.

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