Para honrar al pueblo chileno y poner en contexto los hechos ocurridos en el Golpe de Estado de 1973 se realizó un montaje teatral este jueves, 14 de septiembre de 2023, en el Teatro Universitario UTE.
A las 19:30 arrancaron las seis escenas que formaron parte de una obra de algo más de 20 minutos y que mostró las injusticias que intentó combatir Salvador Allende, presidente de Chile desde el 3 de noviembre de 1970 hasta el día de su muerte, el 11 de septiembre de 1973.
Los guiones nacieron de un trabajo colectivo entre los integrantes de la agrupación de Teatro Huellas UTE, confesó Paloma Saad Gamayunova. Ella es su directora y agregó que cada pieza tuvo su inicio y final, además duró entre tres y cuatro minutos.
Por otro lado, cada escena fue unida con frases que había pronunciado Allende y se escuchó en la voz de Paloma: “El pueblo debe estar alerta y vigilante. No debe dejarse provocar, ni debe dejarse masacrar, pero también debe defender sus conquistas. Debe defender el derecho a construir con su esfuerzo una vida digna y mejor”.
Enseguida salió a escena el primer grupo de estudiantes, integrado por Erik Ibáñez, Carlos Lalvaye, Issac Estrella y Vicente Castañeda; ellos hablaron sobre la opresión a las personas LGTBIQ+. Claramente se vio como un chico gay, sentado en un parque, se enfrentó a unos hombres que libaban y fueron apoyados por un policía.
Otra frase: “Me dirijo a la modesta mujer de nuestra tierra, a la campesina que creyó en nosotros, a la abuela que trabajó más, a la madre que supo de nuestra preocupación por los niños”.
Luego, el tablado fue ocupado por Milena Flores, quien personificaba a una mujer que congregaba a la gente para hablar sobre sus derechos, pero Fernando Maldonado, el jefe del lugar, la censuró; al final Marlon Castillo, como guardaespaldas, amordazó a la mujer y la llevó a la fuerza.
Antes de una nueva escena, Paloma Saad Gamayunova pronunció otra frase insigne de Allende: “Nuestra herencia es una sociedad frustrada en sus aspiraciones más hondas de desarrollo autónomo. Una sociedad dividida, en que se niega a la mayoría de las familias los derechos fundamentales al trabajo, a la educación, a la salud, a la recreación, y hasta la misma esperanza de un futuro mejor”.
Tras de aquello, salieron Gabriella Marcano, Yeremi Vargas e Issac Estrada a interpretar sus papeles. La idea fue mostrar cómo una periodista, quien fue sorprendida escribiendo en su máquina de escribir, fue golpeada. Al final, fue detenida y su escrito, quemado.
En una cuarta escena se escuchó: “Pero el mañana será del pueblo, será de los trabajadores. La humanidad avanza para la conquista de una vida mejor”. E inmediatamente salieron a escena Daniel Fierro, Emilia Quispe, Clara Rasines, Yesid Hernández y Fredy Sánchez.
Los jóvenes estudiantes de teatro escenificaron una manifestación, así que ingresaron varios heridos y surgieron las curaciones… Y a lo lejos se escucharon los segundos finales del último discurso que pronunció Allende antes de su muerte.
Otra frase: “Algún día América Latina tendrá una voz de continente, una voz que será respetada y oída, porque será la voz de los pueblos dueños de su propio destino”.
Y salieron los chicos: Fernando Maldonado, Gabriella Marcano, Vicente Castaneda y Marlon Castillo. Dentro de la trama, una mujer se acercó a la Fiscalía, pero unos hombres la golpearon y la llevaron, junto con su esposo, para matarla.
Una nueva frase: “La persecución contra los sindicatos, los estudiantes, los intelectuales y partidos obreros, son la respuesta violenta de quienes defienden privilegios”.
Tras la última palabra, Pamela Lara, Génesis Tapia, Gabriela García, Paula Rodríguez y Melany Sánchez ingresan al escenario con carteles para protestar por las injusticias. Pero los policías enfrentaron y empujaron… Solo una de ellas permaneció en el escenario y en ese instante todos los estudiantes leyeron el poema Allende, de Mario Benedetti:
“Para matar al hombre de la paz
para golpear su frente limpia de pesadillas
tuvieron que convertirse en pesadilla
para vencer al hombre de la paz
tuvieron que congregar todos los odios
y además los aviones y los tanques
para batir al hombre de la paz
tuvieron que bombardearlo hacerlo llama
porque el hombre de la paz era una fortaleza
Para matar al hombre de la paz
tuvieron que desatar la guerra turbia
para vencer al hombre de la paz
y acallar su voz modesta y taladrante
tuvieron que empujar el terror hasta el abismo
y matar más para seguir matando
para batir al hombre de la paz
tuvieron que asesinarlo muchas veces
porque el hombre de la paz era una fortaleza
Para matar al hombre de la paz
tuvieron que imaginar que era una tropa
una armada una hueste una brigada
tuvieron que creer que era otro ejército
pero el hombre de la paz era tan sólo un pueblo
y tenía en sus manos un fusil y un mandato
y eran necesarios más tanques más rencores
más bombas más aviones más oprobios
porque el hombre del paz era una fortaleza
Para matar al hombre de la paz
para golpear su frente limpia de pesadillas
tuvieron que convertirse en pesadilla
para vencer al hombre de la paz
tuvieron que afiliarse para siempre a la muerte
matar y matar más para seguir matando
y condenarse a la blindada soledad
para matar al hombre que era un pueblo
tuvieron que quedarse sin el pueblo”.
En algo más de 20 minutos, dijo Saad Gamayunova, se convenció que tiene estudiantes y artistas maravillosos, que ha logrado una complicidad y una confianza enorme con el grupo de Teatro Huellas UTE.
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