UNIVERSIDAD UTE REVIVE LA ESENCIA DEL PASILLO ECUATORIANO EN UNA TARDE DE TRADICIÓN Y PATRIMONIO
- 30 Oct | 24
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En el emblemático Patio de la Cultura de la UTE resonaron las melodías del pasillo ecuatoriano en una tarde cargada de historia y tradición, el 30 de octubre de 2024. La Universidad rindió un sentido homenaje a este patrimonio musical del Ecuador, reuniendo a autoridades, estudiantes y docentes en una celebración que mostró la riqueza y vigencia de este género nacional.
El evento fue inaugurado por Mónica Pozo, directora general de Gestión Artística, Cultural y Deportiva (DGACD), quien, en sus palabras de bienvenida, subrayó el compromiso de la UTE con la preservación de la identidad cultural ecuatoriana. “Este evento no solo es una muestra de nuestras tradiciones, sino la expresión viva del valor que como Universidad otorgamos a la preservación y promoción de nuestra identidad cultural”, afirmó Pozo, quien además resaltó el valor patrimonial del Día del Pasillo, conmemorado cada 1 de octubre.
Pozo también realizó una breve reseña sobre los orígenes y evolución del pasillo ecuatoriano, describiéndolo como un ritmo mestizo que combina influencias del vals vienés, el fado portugués y ritmos autóctonos como el yaraví y el sanjuanito. A lo largo de los siglos, explicó, el pasillo se convirtió en un símbolo de la identidad ecuatoriana, musicalizando poemas de amor y nostalgia que han acompañado a generaciones.
Continuó relatando cómo el pasillo adquirió popularidad entre la élite y, posteriormente, se convirtió en un género de alcance popular entre 1920 y 1950, conocida como la “época de oro” del pasillo. Durante este periodo, compositores como Aparicio Córdova y Antonio Nieto ayudaron a consolidar este género en el imaginario ecuatoriano, destacó Pozo.
En 1993, por Decreto Ejecutivo, se declaró el Día del pasillo, en honor al natalicio de Julio Jaramillo Laurido, uno de los mayores exponentes de la música popular ecuatoriana. Pero el 14 de diciembre de 2021 fue designado por la UNESCO como Patrimonio Intangible de la Humanidad, consolidándose así como un símbolo de la cultura ecuatoriana.
El inicio de la velada artística estuvo a cargo de un grupo de profesores de la UTE, quienes interpretaron el pasodoble “Sangre ecuatoriana”, del compositor Julio César Cañar. La agrupación, conformada por Juan Tobar, profesor de la Estudiantina en la guitarra; Fernando Mosquera, profesor de coro en la guitarra; Pablo Ochoa, profesor de saxofón, y William Guncay, profesor de la Tuna UTE, rindió tributo a esta emblemática pieza, que evocó el ambiente musical de las antiguas serenatas.
La tarde continuó con la interpretación de “Reír llorando”, una obra de Carlos Amable Ortiz, ejecutada por el grupo de profesores de la UTE. El público ovacionó esta emotiva interpretación, celebrando la maestría y el compromiso de los músicos en escena.
Luego, la estudiante Zaskia, de la carrera de Medicina e integrante de la Estudiantina, se unió a los profesores para interpretar “Despedida”, de Gerardo Guevara, y “Tú y yo”, de Manuel Coello y Francisco Paredes Herrera. Su voz, llena de sentimiento, cautivó a la audiencia en cada nota.
“Según el investigador Pablo Guerrero, el pasillo es un baile y canción mestiza. Fue un baile que surgió en el segundo tercio del siglo XX en los territorios que tiempo atrás comprendían la Nueva Granada (Ecuador, Colombia y Venezuela). Se cree que es una adaptación del vals europeo. Su nombre se puede traducir como ‘baile de pasos cortos’”, recordó Mónica Pozo, directora general, en el evento.
El siguiente número musical estuvo a cargo del coro de la UTE, dirigido por Fernando Mosquera. Interpretaron los pasillos “Sombras” de Carlos Brito Benavides y “Solo” de Nicolás Fiallos Medrano, piezas que resonaron con la melancolía característica de este género, recordando al público la riqueza lírica del pasillo.
Pozo precisó que fue un reto iniciar con una unidad de cultura, en donde hizo una “reingeniería”. Recordó también el programa de becas para quienes pertenecen a los grupos artísticos de la UTE. Y enseguida continuó con el evento, que aún guardaba momentos especiales.
El evento incluyó también la participación del grupo artístico de Danza de la UTE, que con la interpretación de la Tuna UTE se fusionaron para tocar y bailar el pasillo rápido “Al besar un pétalo”, atribuido al compositor Imbabureño Marco Tulio Hidrobo.
Continuando con la tradición, la Tuna UTE interpretó “Ángel de luz”, de Benigna Dávalos. Bajo la dirección de William Guncay, la agrupación, integrada por jóvenes músicos, ofreció una actuación vibrante y llena de entusiasmo, que fue recibida con aplausos y emoción.
La Estudiantina UTE tuvo también su momento en el escenario. Bajo la batuta de Juan Tobar, interpretaron “Faltándome tú”, de Carlos Alberto Falquez, “Por ti llorando”, de Naldo Campos, y “Amor dolor”, de Juan de Dios Peza y Carlos Chávez. La combinación de voces e instrumentos capturó la esencia melancólica y apasionada del pasillo.
Uno de los momentos culminantes de la tarde fue la interpretación conjunta de “El Aguacate”, un clásico del repertorio pasillero. Las agrupaciones y el público se unieron en una interpretación coral, haciendo de esta canción un símbolo de unidad y tradición en la Universidad UTE.
Como cierre del evento, se recordó el convenio de cooperación firmado el 6 de agosto de 2024 entre la Universidad UTE y la Compañía Nacional de Danza del Ecuador. Para cerrar con broche de oro, este grupo presentó su obra “Tres Amores”, una coreografía inspirada en el amor y la melancolía del pasillo ecuatoriano.
Con esta memorable actuación, la UTE reafirmó su compromiso de preservar y promover el patrimonio cultural ecuatoriano, brindando un espacio para que las futuras generaciones celebren y mantengan viva la tradición del pasillo.
Ruiz destacó el rol único de la UTE, al ser la única institución universitaria en el país con un Laboratorio de Transparencia y Anticorrupción, y extendió una invitación a las demás instituciones para colaborar en futuros proyectos conjuntos. Con este encuentro, la UTE no solo reafirma su compromiso con la transparencia y el liderazgo en el ámbito estudiantil, sino también con la creación de espacios de diálogo y construcción de propuestas que fortalezcan el sistema educativo universitario del Ecuador.
El liderazgo de Jackeline Ruiz y el compromiso de la Universidad UTE refuerzan el papel de los estudiantes como agentes de cambio en la educación superior, promoviendo un trabajo colaborativo que aboga por una educación de calidad y con valores éticos para todos.
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