Los Wanabis es una película ecuatoriana realizada bajo la dirección de Santiago Paladines, esta historia, basada en un caso de la vida real, narra, a través de una comedia de humor negro, cómo un grupo de amigos invierten todo el dinero que poseen en un bizarro negocio, como intento desesperado por hacerse millonarios.

En esta producción nacional, que ha tenido gran impacto en el público, participó Gabriel Haedo, graduado de nuestra Maestría de Urbanismo, quien es uno de los protagonistas en esta película, su papel, bajo el nombre de Juan Pedro, nos traslada hacia situaciones, en las que la influencia de terceros nos hace creer historias absurdas y hacer cosas con tal de cambiar nuestra realidad.

Gabriel (Juanpi, como él lo llama a su personaje) compartió con nuestro periodista Francisco Erique sus experiencias en la realización de este largometraje:

¿Quién es Juan Pedro?

Es uno de los tres amigos (Beto, Diego y Juan Pedro), se caracteriza por ser recatado, introvertido, centrado, esto es porque, tiene una familia y básicamente esto le hace tomar este tipo de posturas. Es el amigo que te encuentras en cualquier grupo social, el calladito, el que no dice mucho, pero que en realidad es bastante pilas.

¿Cómo se relaciona Juan Pedro con Gabriel Haedo?

La verdad, el director, al elegirnos nos dijo que cada uno de nosotros tiene parte de los personajes, comparte o tiene similitud con ellos. En mi caso soy el amigo introvertido en los primeros momentos, después cuando tomo confianza soy el que habla cualquier cosa, el espontáneo, el ocurrido, hasta en cierta forma imprudente.

¿Qué te atrajo de este papel?

Nunca había interpretado un personaje así, alguien que tiene una hija, una esposa, a su corta edad. El saber cómo vivía esa juventud, ya que la película está ambientada entre el 2000 y 2003 post dolarización, permite tener una perspectiva más madura.

¿Cómo te preparaste para el papel? ¿Hubo alguna investigación específica que tuviste que hacer?

Fue bastante profunda la investigación para poder construir el personaje, tomando referencias que también me decía el director. Justamente yo no tengo hijos, no suelo cargar niños y era complicado saber que iba a estar con un bebé en pleno set, tuve que consultar como cargar un bebé y otras cosas más que completaban el personaje, cosas que yo nunca las había experimentado en mi vida.

¿Cuánto tiempo de preparación tuviste para adaptarte a tu personaje?

Los principales tuvimos dos meses de ensayos, tres a cuatro veces por semana a un ritmo de dos a tres horas por día. Claro que en el rodaje también surgían momentos en los que uno incorporaba cosas para enriquecer más la escena.

¿Cuál fue la escena más desafiante que tuviste que realizar durante el rodaje?

Hubo dos momentos que creí iban a ser desafiantes, pero solo uno de ellos resultó serlo. El primero era llorar frente a las cámaras, me acomplejé pensando que no iba a salir, para mi sorpresa esa escena que consideraba la más difícil no lo fue, solo me paré y pensé en todo lo que le pasaba a Juan Pedro y sucedió. El otro fue una escena que estábamos en un bar y que implicó tener más de 50 personas en un lugar, esto porque el rodaje de la película fue en plena pandemia, tenía miedo al contagio de la COVID-19, aún no había vacunas, fue complicado por un punto de vista psicológico, cuando llegaban esas escenas existía ese miedo, pero por suerte nadie se contagió.

¿Cómo te sientes acerca de la reacción del público y la crítica a la película?

Todos sentimos total agradecimiento al público, por darse la oportunidad de disfrutar un producto ecuatoriano. Escuchar a la gente decir que les encantó, ver cómo la gente se identifica con los personajes, es súper bonito, es ver que el trabajo que hicimos rindió los frutos que esperábamos.

¿Cuáles son tus proyectos a futuro?

Recién estoy viendo la respuesta de lo que hemos trabajado, en mi mente tengo el deseo de participar en alguna serie, o participar afuera, espero que Los Wanabis sea el paso para poder hacer algo distinto.

Finalmente, este arquitecto de profesión y actor por afición recordó sus pasos por la Maestría de Urbanismo de la Universidad UTE, de la que señaló tuvo gran impacto en su conocimiento: «Los docentes me dejaron grandes enseñanzas, las cuales trato de proyectar en mi profesión, como la idea del urbanismo a nivel social, la de una ciudad para todos que aporte a la mejora de la calidad de vida del sector urbano. Estoy agradecido por ello». Asimismo, hizo una invitación para que la Comunidad Universitaria y la ciudadanía en general vea esta producción nacional: