No hay una fórmula para ser feminista, cada quien lo es a su modo y a su ritmo. Esa fue una de las frases que se escucharon durante el conversatorio ‘Ley de Igualdad Salarial: un diálogo para la equidad en el trabajo’, organizado por el Observatorio de Género UTE.

El evento se realizó este martes, 5 de marzo de 2024, en el Teatro UTE de la Sede Matriz. Y contó con la ponencia de la asambleísta, Dallyana Passailaigue, quien explicó los alcances de la Ley aprobada por la Asamblea Nacional en noviembre de 2023 y propuesta por ella en 2021.

Comprometidos con la igualdad
La apertura del conversatorio estuvo a cargo de la vicerrectora, Verónica Guerra, quien ponderó que la UTE siempre ha tenido un compromiso con la igualdad de oportunidades, la cual se refleja en nuestras acciones y en la cultura institucional.

También recordó que las brechas salariales de género se mantienen. En Ecuador los datos dan cuenta que las mujeres ganan aproximadamente un 20% menos que los hombres por el mismo trabajo realizado.

De allí que, en la UTE “reconocemos la importancia de abordar estas disparidades de género de manera integral”. Y agregó que “hemos implementado políticas y programas diseñados para promover la participación de las mujeres en todas las áreas de la vida universitaria, desde la investigación y la docencia hasta el liderazgo y la toma de decisiones”.

Dejar una huella
Dallyana Passailaigue empezó su intervención comentando que su fuente de inspiración fue su abuela feminista, de nombre Italia. Para ella la Ley de Igualdad Salarial fue, en cierta forma, la misión que le dio ella.

Y tramitó esa Ley porque, pese a estar garantizada en el Código del Trabajo y en la Constitución, ese enunciado no ha sido suficiente como para que haya una igualdad real de remuneración.

Es por ello, agregó la asambleísta, que organismos internacionales y organizaciones de la sociedad civil han insistido durante años para que se construya una Ley específica que contemple mecanismos técnicos, herramientas metodológicas para que se pueda realmente verificar que se está cumpliendo con la igualdad salarial.

Los desafíos
Tras la intervención de Dallyana Passailaigue llegaron las preguntas. La primera la hizo Patricia Hidalgo, directora del Observatorio de Género de la UTE: ¿Cuáles fueron los principales desafíos que enfrentó durante el proceso de construcción de la Ley?

A lo que la asambleísta respondió que cuando se impulsan leyes de género existen sectores negacionistas que se activan automáticamente, pero hay que seguir con ese trabajo para tener un país con justicia e igualdad para las mujeres.

Una segunda pregunta fue formulada por Rina Pazos, decana de la Facultad de Derecho, Ciencias Administrativas y Sociales: ¿Por qué se escogió entrar (la Ley) en el tema de la prevención, en qué consiste todo ese capítulo y qué se espera?

Dallyana Passailaigue explicó que como en las otras leyes ya existen las sanciones, en la Ley de Igualdad Salarial impulsada por ella lo que primó fue ordenar al Ministerio de Trabajo a garantizar la igualdad salarial y lo hace con mecanismos técnicos, lo que no hace el Código del Trabajo.

Una lucha imparable
Los micrófonos también se abrieron para el público que llenó el Teatro UTE. Se preguntaron, por ejemplo, cuestiones sobre el permiso de maternidad y paternidad; cómo poder hacer efectiva la Ley de Igualdad Salarial; cuál es el alcance de esta norma en el campo; entre otras.

Cada una de esas interrogantes tuvieron las respuestas de la asambleísta. Y al final volvió a mencionar que “esta lucha por la igualdad es imparable y muchas mujeres trabajamos de manera incansable, pero también de forma desprendida, porque sabemos que los frutos se verán en las siguientes generaciones”.

Con este conversatorio iniciamos la semana de actividades dedicada a conmemorar el Día Internacional de la Mujer, bajo el lema ‘Mujeres que trascienden, forjando un mundo de cambios’; otro de los eventos importantes será la entrega de la ‘Mención Honorífica Dolores Cacuango’ a 36 mujeres destacadas en 23 categorías.