Con gran entusiasmo, se inició oficialmente el nuevo periodo académico en el Campus Manabí de la Universidad UTE, marcando un hito para los estudiantes de las carreras de Arquitectura y Medicina. En un acto solemne, que contó con la presencia de autoridades académicas y locales, los alumnos del segundo nivel de Arquitectura y el primer nivel de Medicina comenzaron sus actividades académicas.

Estuvieron la vicerrectora de la Universidad, Verónica Guerra; la coordinadora general, Claudia Ballas, y los decanos de las Facultades de Arquitectura y Ciencias de la Salud Eugenio Espejo, Daniele Rocchio y Camilo Félix, respectivamente, junto a representantes del Gobierno Autónomo Descentralizado de Montecristi.

Durante el acto, los estudiantes recibieron distintivos simbólicos que representan su compromiso con las carreras que han elegido y el camino que emprenden hacia su desarrollo profesional.

Intervenciones destacadas
El decano Félix subrayó la importancia del avance académico en la Universidad y cómo la Facultad de Ciencias de la Salud Eugenio Espejo ha ganado un lugar relevante en la investigación y la vinculación con la sociedad.

En su intervención destacó:
“Desde su fundación hasta hoy, la Facultad de Ciencias de la Salud se ha fortalecido en áreas claves como la docencia, la vinculación con la sociedad y, sobre todo, en la investigación científica. Nos enorgullece ser líderes en Ecuador y la región, con una producción científica que no solo destaca, sino que influye en la formulación de políticas públicas. Hoy, ustedes, queridos estudiantes, no solo inician un nuevo ciclo académico, sino que se adentran en una nueva forma de aprender, fruto de años de esfuerzo y metas alcanzadas por esta institución”.

Por su parte, el decano de la Facultad de Arquitectura, Daniele Rocchio, inspiró con un mensaje sobre la responsabilidad creativa de su profesión:

“Estudiantes de Arquitectura, tienen en sus manos el poder de imaginar y proyectar realidades que mejoren la vida de las personas. En cada diseño, en cada propuesta, está la posibilidad de sembrar esperanza, de crear espacios que no solo cobijen, sino que nutran y eleven el espíritu humano. Y ustedes, estudiantes de Medicina, llevan la noble tarea de cuidar y sanar, de construir puentes de empatía y humanidad en un mundo que necesita cada vez más de estas conexiones humanas reales y sinceras”.