Pese a la lluvia de las primeras horas de este viernes, 17 de febrero de 2023, los pequeños de ‘Huellas de Ternura’ tuvieron su fiesta carnavalera. Todos lucieron sus trajes de colores.
Las profesoras del centro de educación infantil de la Universidad UTE, en donde se recibe a niños de 3 meses a 5 años de edad, también lucían collares de papel celofán. Las jornadas de atención en este sitio van entre las 06:45 y 17:00.
Con un ‘hola, niños y niñas’, de parte de su directora Stefania Piñeiros, los chiquitos se ubicaron en el área de juegos de su “escuelita”, localizada en el Campus Occidental (Av. Occidental y Mariana de Jesús), para realizar su esperado desfile de moda.
Unos más bellos que otros, los más pequeñitos -los de preescolar- salieron a la pasarela improvisada y mostraron sus galas. El niño dentro del disfraz de Spiderman se llevó los aplausos de algunos padres de familia que también estuvieron admirando las gracias de sus peques.
Luego apareció la bella mariposa con alas rosadas, y tras de ella el resto de compañeritos con corazones en los mejillas y cabellos lilas, verdes, rojos, dorado. Inicialmente, la idea era hacer el desfile por los amplios espacios del Campus Occidental y que más personas festejen con los peques, contó la directora Piñeiros. En todo caso, pese a la lluvia, la diversión estuvo de principio a fin.
El festejo en comunidad siguió con los niños de prebásica 1, quienes aparecieron con muchos corazones en los cachetes, como Amalía y Damiam, quienes bailaron muy felices con la música que se escuchaba desde un parlante.
Cada movimiento fue imitado por Patricia, la del traje de telerañas; y la niña más alegre, Fiorela, mostró sus zapatos de colores. Igual de contento estuvo Isaac y Sebas, con sus cabelleras brillante y narices rojas.
Allí no acabó la fiesta carnavalera, porque vino el desfile de los niños más grandecitos, los de prebásica 2. Y aparecieron Maxi, Martín, Ismael, Ema, Sebastián, y Ely.
Después de bailar, llegó otro de los momentos más esperados: el juego con espuma de carnaval y, al final, un compartir con galletas, dulces, quesos. Todos felices y contentos porque, como dijo la directora de ‘Huellas de Ternura’, la consigna es aprender jugando.
